El Entrenamiento Autógeno de Schultz es una técnica muy sencilla y eficaz para bajar la ansiedad y solo nos llevará menos de 10 minutos realizarla. Tiene casi un siglo de existencia y sigue siendo una de las mejores terapias, si no la mejor, para disminuir drásticamente la ansiedad y, sobre todo, los síntomas psicosomáticos. Su gran evidencia científica ha demostrado que es capaz de eliminar completamente el asma, entre otros muchos síntomas, incluso las personas tratadas con esta técnica suelen dejar de necesitar tomar ansiolíticos y antidepresivos. Consiste en unos ejercicios muy simples que podemos realizar en casa todos los días.
A continuación se describe la secuencia de ejercicios del Entrenamiento Autógeno de Schultz, los cuales se deben realizar en el mismo orden que se indica y en posición supina (acostados boca arriba) con los ojos cerrados, con brazos extendidos y ligeramente separados del cuerpo, y piernas también extendidas y un poco separadas entre sí. Las palmas de las manos deben mirar hacia arriba.
Los ejercicios consisten en repetir lentamente para dentro (en silencio) las siguientes frases mientras concentramos la atención en la parte del cuerpo referida en ellas. El número de repeticiones de cada frase se indica entre paréntesis. En total el entrenamiento debe durar aproximadamente unos 7 minutos (nunca debe exceder los 10 minutos):
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mis brazos son muy pesados (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mis brazos están muy calientes (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mis piernas son muy pesadas (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mis piernas están muy calientes (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mi pulso es tranquilo y regular (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mi respiración es tranquila y normal (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mi estómago está caliente (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x1)
- Mi frente está fría (x6)
- Estoy completamente relajad@ (x2)
Finalizaremos el entrenamiento estirando los brazos y las piernas, y luego abrimos los ojos y nos llevaremos las rodillas al pecho a la vez que inspiramos profundamente.
Mientras repetimos la frase referente al “pulso” pondremos nuestra atención en los latidos del corazón.
El entrenamiento lo llevaremos a cabo en un lugar tranquilo. Podemos acompañarlo de música, incienso y todo aquello que favorezca nuestra relajación. En periodos de estrés elevado se puede realizar dos o tres veces al día para que sea más eficaz.